miércoles, 24 de mayo de 2017

Rimski-Korsakov vuelve al Teatro Real


  De la mano de Ivor Bolton, llega a Madrid la ópera " EL Gallo de Oro" compuesta por Nikolai Rimski-Korsakov, esta que será su novena ópera en Madrid, es una sátira contra la tiranía, pero clarividente, contra la tirania moderna, la que al modo de todas las dictaduras comunistas además de esclavizar y numerizar al sujeto, le está susurrando continuamente "te estoy liberando", " es por tu bien" , "yo tengo la única respuesta." De hecho en esa moda actual de cambiar un poco la ópera para actualizarla, y en algunas ocasiones reinterpretarla para asignar de manera diferentes los "buenos y malos" este libreto y escenografía, basados en la fábula del mismo título de Pushkin , inspirado en uno de "Los cuentos de la Alhambra" de W. Irving, se podría convertir en novela,en lugar de cuento,dando el papel protagonista a Stalin,sustituir al astrólogo por el jefe del KGB,la zarina por una agente-sirena también KGB,o del GRU,(servicio secreto del ejército rojo),el gallo de oro por Marx,y todo lo demás queda igual,si acaso cambiar el decorado de San Petersburgo por la vista del Kremlim en la Plaza Roja.Durante la rueda de prensa se habló de personajes modernos como Trump o Putin,errando el tiro por mucho,pues está más cerca de Maduro o Chaves.

    Se ofrecerán nueve funciones de la ópera, entre el 25 de mayo y el 9 de junio, con una puesta en escena minimalista pero muy ingeniosa de Laurent Pelly, un reparto el cual canta como los mismos ángeles bizantinos y la calidad de Ivor Bolton en la dirección músical, haciendo un espectáculo divertidísimo y a la vez reflexivo en la doble acepción de este gallo, (becerro de oro) y despertador. La interpretación de la zarina es maravillosa, y todos son muy convicentes en sus respectivos papeles,
en cuanto al gallo, hay que felicitar a Frantxa Arraiza, en su calidad de ,no sé bien,si de bailarina o de entrenadora de animales,pues despues de ver la representación me queda la duda de si era un gallo amaestrado o una bailarina.

     Con una duración aproximada de dos horas y media,incluye un magnífico interludio musical ,un arreglo sobre el gallo de oro de Zimbalist y Kreisler tocado al piano por Ivor Bolton y al violin por Gergana Gergova.


Fotos de Javier del Real

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